No existe duda de la existencia de un serie de factores que desempeñan un papel importante en la aparición e intensidad del fenómeno de la atracción interpersonal.
Hablemos de ellos:
PROXIMIDAD: "Ojos que no ven, corazón que no siente", no podemos odiar o sentir atracción por alguien que no conocemos; si bien surgen amistades y amores desenfrenados en la distancia, la mayoría son con quienes interaccionamos frecuentemente.
La proximidad puede aumentar la familiaridad y ésta aumentar la atracción, este efecto se denomina "efecto de la mera exposición": la percepción de forma repetida de un estímulo que en su inicio es neutro o positivo (cara, logotipo,melodía,..) lleva a una mayor atracción al mismo.
CARACTERÍSTICAS FÍSICAS: "Lo que es bello, es bueno". Las personas suponemos que quien tiene una buena cualidad, también tendrá otras cualidades buenas. En ocasiones, el atractivo se asocia a características negativas (mujeres bellas son juzgadas como materialistas).
SEMEJANZA: Diversas investigaciones demuestran que a medida que aumenta la semejanza entre las personas, también aumenta la atracción. Las dos semejanzas más estudiadas: actitudinal y la de personalidad.
RECIPROCIDAD: Uno de los factores que influyen en que una relación siga adelante es la existencia o no de reciprocidad en la misma, así quien tiene una mala imagen de nosotros no es precisamente recompensante. Pueden existir situaciones desequilibradas: "yo le caigo bien a alguien, y ese alguien me cae mal a mí".
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