martes, 26 de febrero de 2013

Acerca de algunos tests de Personalidad


SOBRE LOS TESTS DE PERSONALIDAD. (*).

 

El test es un instrumento sistemático y tipificado que compara la conducta de dos o más personas. Son aquellos instrumentos que están estandarizados,  (se considera que una prueba está estandarizada cuando tiene instrucciones fijas para su aplicación y calificación y se aplica a un grupo representativo de la población, para quienes está especialmente dirigido) y tipificados y, por lo tanto, nos informan de la puntuación de un sujeto en relación a otro o a su grupo de referencia.

Se entiende por “tests psicológicos”, tanto la elaboración de pruebas, como la validación, aplicación e interpretación de las mismas, lo que requiere una adecuada preparación en psicología distinta en función del tipo de test de que se trate.  Fernández Ballesteros (1999) clasifica los instrumentos de evaluación psicológica en 6 categorías:

-Técnicas de observación: metodología observacional. Se observa la conducta verbal, no verbal, espacial o proxémica y la vocal.

-Técnicas objetivas: evaluación psicofisiológica.

-Técnicas de autoinforme: la entrevista, los cuestionarios, los autorregistros, etc.

-Técnicas subjetivas: métodos orientados a recoger y organizar información acerca de la estructura psicológica, los contenidos y los procesos de las visiones subjetivas o significados personales acerca de uno mismo y el mundo. Ejemplos: la Técnica de la Rejilla, el Diferencial Semántico, etc.

-Técnicas proyectivas. Basadas en la teoría psicoanalítica o psicodinámica, tratan de averiguar aspectos inconscientes del sujeto.

 

TÉCNICAS PROYECTIVAS.-

Son instrumentos sensibles para revelar aspectos inconscientes de la conducta, que provocan una gran variedad de respuestas subjetivas; son altamente multidimensionales y evocadoras de datos inusualmente ricos con un mínimo conocimiento por parte del sujeto del objetivo del test.

Su objetivo es la evaluación global de la personalidad.

Clasificación de las técnicas proyectivas según Fernández Ballesteros (2000):

ESTRUCTURALES: El sujeto debe estructurar o dar significado a estímulos visuales que se le presentan. Psicodiagnóstico de Rorschach.

TEMÁTICAS: A partir de la presentación visual de la lámina se ha de narrar una historia. Test de Apercepción Temática de Murray (TAT).

EXPRESIVAS: Se le da al sujeto la consigna verbal o escrita de que tiene que realizar un dibujo. Test de Casa, Árbol y Persona (HTP), Test de la Familia.

CONSTRUCTIVAS: Se ha de organizar un material dado sobre la base de distintas consignas. Test del pueblo, el Juego del Mundo.

ASOCIATIVAS: Tras recibir consignas verbales o escritas el sujeto debe emitir respuestas que se asocien con el estímulo. Fábulas de Duss.

TEST DE RORSCHACH.- (TÉCNICA ESTRUCTURAL)

 

El material de la prueba lo conforman 10 láminas, en cada una de las cuales aparece una mancha de tinta simétrica de modo bilateral. Cinco de ellas son acromáticas (en blanco y negro), y las otras cinco son cromáticas, de las cuales dos son bicolores  (combinan el rojo y el negro) y tres multicolores. Las distintas tonalidades están calculadas para estimular la respuesta emocional.

(Es una prueba adecuada para personas de cinco años en adelante, pero generalmente se emplea con adultos).

La forma de administración consta de dos fases o momentos. El primero consiste en presentar las láminas de forma individual, una tras otra, se solicita que la interprete con preguntas del tipo: ¿Qué podría ser esto?, ¿A que se parece?, ¿Qué significa esto para Ud.?, Dígame lo que ve en la mancha o lo que puede representar.

El individuo recibe la lámina en posición “orto” (^ = orto) y queda desde ese momento en libertad de colocarla en cualquier otra posición.

Una vez presentada la lámina se dan 2 minutos para dar la respuesta, si se trata de una persona con reacciones lentas se le pueden dar hasta 5 minutos.

En el segundo momento se le vuelven a presentar al sujeto todas las láminas para preguntar al sujeto qué características de la tarjeta determinaron sus respuestas.

El tiempo empleado en la interpretación de las láminas indica la rapidez (si es menor de 30 segundos) o lentitud (si pasa de 60 segundos) del proceso perceptual.

El total de respuestas indica la riqueza de material asociativo de que dispone el individuo, así como su flexibilidad, capacidad de expansión y hasta cierto punto capacidad y/o tipo de productividad. El número de respuestas no guarda relación con la inteligencia, sino que depende mas bien de la afectividad y capacidad asociativa.

En adultos normales el promedio de respuestas es entre 15 y 30. Por debajo de la media están, entre los normales, los de humor depresivo, los malhumorados, los abúlicos y los ambiciosos de la cualidad. Indica poca flexibilidad perceptual y asociativa. Un número de respuestas por encima de la media lo tiene, entre las personas normales, las de humor alegre, los bien-humorados, los de imaginación vivaz, los de interés despierto, los ambiciosos de la cantidad. Son indicativas de mayor productividad y flexibilidad perceptual y asociativa.

Ejemplos de interpretaciones de respuestas:

-Movimiento humano: representa un reflejo de la vida asociativa del individuo, la riqueza del mundo de sus vivencias.

-Movimiento animal: son signos de regresión y de tensión del desarrollo psíquico de la persona, generalmente no son positivas para la persona adulta cuando se dan en gran proporción.

-Movimiento inanimado: constituyen modos de reacción infantil y suelen ser consideradas como un signo negativo para la personalidad equilibrada.

-Animal: En un porcentaje alto nos encontramos con un pensamiento rígido, estereotipado y automatizado, también pobre.

-Anatómicas: parece indicar una preocupación relacionada con el propio cuerpo.

-Radiografías: pueden denotar un matiz angustioso y depresivo, de tipo psicosomático.

-Sexuales: cuando estas respuestas aparecen en exceso ( más de 12%) están originadas por una problemática en el área de la sexualidad.

-Objetos: son indicativas de una buena cultura general del sujeto siempre que exista una gran variedad de objetos. Su aumento excesivo puede indicar infantilismo..

-Geográficas o de mapas: puede traducir una personalidad tímida, o si son minuciosamente descritas pueden ser sintomáticas de una represión de carácter inseguro.

-Sangre: muchas veces tiene que ver con los aspectos de angustia, impulsividad y sentimientos de culpa.

-Naturaleza: son indicativas de una afectividad no evolucionada, de tipo infantil.

-Plantas: estas respuestas son mas frecuentes en niños, y al parecer en adultos será índice de cierto infantilismo o inmadurez.

Los fenómenos especiales son aquellas expresiones, interpretaciones o respuestas, que tienen un significado particular por sí mismas, con independencia del que puedan tener a nivel simbólico o de su notación.

EJEMPLOS:

-Conciencia de interpretación: el sujeto afirma y repite que lo interpretado no es realmente así, sino solamente parecido o que le hace recordar tal o cual cosa. Se suele dar en depresivos, pedantes y psicasténicos con sentimientos de extrañeza.

-Crítica del sujeto: cuando éste se critica a sí mismo: “esto resulta difícil para mí”, esta crítica indica siempre un sentimiento de inferioridad e inseguridad interior.

-Crítica del objeto: cuando el sujeto critica la cosa interpretada o la interpretación en sí: “si esto no estuviera aquí”, esta crítica es un índice de prudencia, reserva y angustia; individuos carentes de imaginación y pedantes.

-Choque al color: conducta de estupor por el estímulo afectivo del color, algunos autores lo interpretan como el síntoma más general de la neurosis.

-Choque al gris: estupor ante la presentación de cualquier lámina acromática, suele ser indicativo de angustia.

-Choque al rojo: puede hallarse ligado a representaciones de la líbido, como representaciones sádicas y agresivas.

-Choque al espacio en blanco: se manifiesta cuando el sujeto presenta cierta duda o confusión al tratar de interpretar el espacio en blanco y finalmente logra una respuesta algo tímida. En los hombres puede interpretarse como una angustia sexual, angustia ante los genitales femeninos. En las mujeres está relacionado con identificación masculina con rechazo inconsciente al papel femenino.

-Acentuación de la simetría: consiste en hacer referencia repetidamente al carácter simétrico de las láminas. Signo de seguridad interior.

-Respuestas “o”: es cuando la persona da dos o tres respuestas de una vez con “o” entre ellas, ( un murciélago o una mariposa), es signo de cierta inseguridad de juicio o miedo a la responsabilidad.

-Auto-referencia: el sujeto hace referencia a sí mismo o a sus propias vivencias (“esto me recuerda a un perrito que tuvimos en casa”), estas respuestas son índice de egocentrismo.

-Confabulaciones: se trata de una sobre-elaboración extrema y extravagante del contenido de las respuestas, suelen darla los esquizofrénicos.

 

TEST DE APERCEPCIÓN TEMÁTICA.- (TÉCNICA TEMÁTICA)

Hemos comentado anteriormente, que las técnicas temáticas se caracterizan por tener un material visual con distinto grado de estructuración que ocasiona en una persona diversas emociones y recuerdos, a partir del cual debe elaborar un episodio argumentado.

Se les considera útiles para evaluar determinadas conductas cognitivas, para muestrear la conducta de solución de problemas de un individuo, su repertorio de habilidades de enfrentamiento y su estilo auto-instruccional, aplicado a una tarea o tema vital específico, limitado situacionalmente.

La prueba consta de un total de 31 láminas, de las cuales 30 representan determinadas escenas y 1 está en blanco. Estas láminas reproducen situaciones humanas tipificadas que intentan promover la imaginación del sujeto.

Situaciones representadas en las láminas del TAT:

-De trabajo.

-Paterno-filiales.

-Depresión y suicidio.

-Peligro y miedo.

-Escenas sexuales.

-Escenas de agresión.

El propio creador del test: Murray, propone un tiempo máximo por lámina de 5 minutos.

Interpretación: Se trata de establecer qué significan las historias; traducir los motivos (problemas, necesidades, presiones, etc) hallados en el repertorio de las mismas que permitan conocer la personalidad del sujeto (tendencias, sentimientos, actitudes y mecanismos subyacentes; ambiente, personas, objetos que operan sobre él), etc.

Interpretación de contenido: consiste en desentrañar las tendencias y actitudes del paciente escondidas tras las manifestaciones eventuales de uno o varios personajes. Puntos que deben ser examinados en cada lámina:

El principal tema-argumento enunciado en cada historia evidencia las principales áreas de interés o conflicto de los sujetos; es también muy útil analizar como concluyen las historias: en forma definida, neutra o indecisa.

Interpretación profunda: para realizarla es necesario un completo y exhaustivo conocimiento de la teoría psicoanalítica.

El TAT se utiliza en el área de orientación y selección profesional para mostrarnos actitudes del sujeto frente a la autoridad y los diversos ámbitos de su existencia (trabajo, amor, relaciones con la sociedad, etc…), lo cual proporciona unos datos trascendentales a la hora de tener que elegir a una persona o a un grupo para fines determinados.

(*):Fco. Javier López González.

Tomado y adaptado con permiso de: Rocío Fernández Ballesteros (2005).

Evaluación Psicológica”: Concepto, proceso y aplicación en las áreas del desarrollo y de la inteligencia.

Madrid. Editorial Sanz y Torres:

 

                                   

viernes, 22 de febrero de 2013

RECONOCIMIENTO DE LAS CARACTERÍSTICAS PSICOLÓGICAS DE PERSONAS DEPENDIENTES EN INSTITUCIONES.

Conceptos fundamentales:

Ciclo vital: Desarrollo progresivo de las etapas que van desde el nacimiento hasta la muerte, pasando, lógicamente, por las etapas de niñez, adolescencia, adultez y ancianidad, que son en las que se va forjando la personalidad (por factores genéticos y ambientales), con sus características psicológicas inherentes.

Conducta: La conducta es una “respuesta” bien innata, bien aprendida, que emite el organismo como consecuencia de demandas estimulares o situacionales. Se puede descomponer a tres niveles: a) cognitivo (conducta de pensar o imaginar, por ejemplo), b): psico-fisiológico: lo que sentimos (palpitaciones, emociones, enfados, irritabilidad, indignación, somatizaciones, etc.; y c) motor (lo que hacemos): llorar, reír, andar, beber, vestirse, etc. 

Procesos Cognitivos: Llamamos procesos cognitivos a todos aquellos factores de procesamiento y almacenamiento de la información en la memoria de nuestro cerebro, y que entra a través de nuestros sentidos al percibir la realidad. (Si estudiamos, por ejemplo, la información que adquirimos y luego recuperamos a la hora de realizar un examen).

Motivación: Se suelen dar fases de apatía (sin llegar a ser depresión), desinterés, rechazo de contactos sociales y una reducción significativa en las actividades. Es decir, el anciano ya no desea emprender nuevas actividades, alegando en la mayoría de los casos: “no querer”.

Emociones y sus alteraciones: las emociones patológicas más prevalentes en población general y en Geriatría en particular, son la depresión y la ansiedad. La primera puede ser consecuente con la pérdida de reforzadores propia de esta franja de edad; la segunda, en respuesta a estímulos estresores cotidianos por ejemplo, o por trastornos previos, como la ansiedad generalizada, agorafobia, pánico, obsesiones, etc.

El proceso de envejecimiento:
            El proceso de envejecimiento supone un propio proceso dinámico que se inicia en el mismo momento en que nacemos y que se va desarrollando a lo largo de toda nuestra vida. No se produce por azar ni por igual en todas las personas. Ni siquiera, los distintos componentes de su organismo en una misma persona, envejecen a la misma velocidad.
            También se ve influenciado el proceso de envejecer por el modo o tipo de vida que ha llevado la persona, que será la que determine en última instancia su estado de salud debido a los factores de riesgo, ambientales y de otro tipo, a los que haya estado sometido a lo largo de período vital.
El proceso propio de envejecimiento implica un conjunto de patologías entre las que se encuentran:
a)    Algunas enfermedades muy raras, específicas o ausentes en edades anteriores o previas, (como por ejemplo: diabetes Tipo II, incontinencia urinaria, problemas de próstata en varones, de los órganos de los sentidos, ojos y oídos, sobre todo, etc.).
b)    Otras enfermedades más frecuentes que en períodos previos de la vida y cuya aparición se ve facilitada por los cambios que han ocurrido en su organismo (infecciones, neoplasias o tumores malignos, etc.).
c)    Problemas específicos de las personas mayores o geriátricas,  conocidos como síndromes geriátricos, (inmovilizaciones, fracturas de cadera y/o otros huesos, etc.).
d)    Con mucha más frecuencia hay co-ocurrencia, co-morbilidad o solapamiento de síntomas de más de una enfermedad; influyendo sobremanera los factores psicológicos (actitud ante la vida/muerte, deterioro mental, etc.), así como problemas de tipo social (económicos, soledad, etc.).
e)    La persona mayor o anciana se siente –y en realidad- es más vulnerable a todo tipo de agresión, sea física o verbal, ya que sus mecanismos de afrontamiento o de defensa, están más limitados por la edad.

            La edad afectiva de una persona puede establecerse teniendo en cuenta cuatro tipos de factores, a saber:
  • Edad Cronológica: simplemente es el número de años transcurridos desde el momento en el que nacemos.
  • Edad Biológica: es la que está determinada por el estado funcional del propio organismo.
  • Edad Psicológica: es la edad que representa el funcionamiento del individuo en cuanto a sus competencias cognitivas y conductuales así como su nivel de adaptación.
  • Edad Social: implica el establecimiento del papel individual que debe desempeñar en la sociedad en la que el individuo de desenvuelve.

Enfermedad y convalecencia: cambios bio-psico-sociales:
            Durante el proceso de envejecer se van produciendo unos cambios considerados “normales”. Estos cambios del envejecimiento los podemos objetivar desde tres puntos de vista:
1º) Cambios biológicos: a) como modificaciones en el aspecto externo: piel, cabello, uñas, etc.); b) modificaciones del sistema músculo-esquelético (o aparato locomotor): patologías óseas, cambios posturales, inflamación en músculos y/o articulaciones y, c) modificaciones en el sistema circulación cardíaca; del aparato digestivo; problemas neumológicos o del aparato respiratorio, del sistema genito-urinario, del sistema inmunitario, así como del Sistema Nervioso y de los órganos de los sentidos.
2º) Cambios Psíquicos o Psicológicos: Se producen cambios en las capacidades intelectuales sobre todo (pérdida de capacidad para resolver problemas, que influyen en la capacidad de aprendizaje, reducción de la eficiencia en la inteligencia, etc. Del mismo modo, se produce un déficit de rapidez y espontaneidad en los procesos de pensamiento; una disminución de la atención y de la capacidad de concentración; la memoria, también se ve afectada, especialmente resulta difícil recordar sucesos nuevos, pero no sucede así con los hechos pasados.
3º) Cambios en la Personalidad: a medida que aumenta la edad, se van acentuando rasgos de carácter, pero no aparecen cambios sustanciales de comportamiento. Se produce una disminución (eso sí), de la capacidad de adaptación especialmente cuando la causa es el miedo ante las situaciones desconocidas o la incertidumbre; por lo que el anciano desea ante todo un entorno estable y familiar (conocido), que le ofrezca seguridad.
4º) Cambios Sociales: Se pasa lógicamente, de ser productivo a nivel socia/laboral a ser improductivo o jubilado/a; con lo que se acusan cambios en los roles tanto individuales, como comunitarios.



Incidencia de los cambios bio-psico-sociales en la Calidad de Vida:
             Cuando hablamos de Calidad de Vida Relacionada con la Salud (CVRS), uno de los problemas principales que plantean los cambios sociales, es la soledad a la que se ve enfrentado el anciano; debida a la pérdida de su cónyuge, por ejemplo, o a la de hijos o familiares allegados. Este hecho conlleva una situación de aislamiento afectivo, a lo que se le une sentimientos de aburrimiento, inutilidad, desarraigo, abandono, etc.
            En cuanto a los cambios bio-psicológicos, muchos de ellos están relacionados con las transformaciones propias del proceso de envejecimiento. El retraimiento social, puede estar asociado a trastornos psicomotores que se agravan en esta franja de edad o etapa de la vida.
            Cambia el Sistema Nervioso Central (SNC) y periférico (SNP), así como el aparato locomotor, dificultando la marcha y haciendo que los desplazamientos sean cada vez más embarazosos o dificultosos; aspecto que favorece a su vez el sedentarismo que trae consigo que las relaciones sociales se vean más limitadas.
            Asimismo se producen cambios importantes a nivel intelectual, en el área de la memoria y el lenguaje, así como del pensamiento. También acontece un deterioro progresivo en las funciones sensoriales (oído, vista, olfato, gusto y tacto), en el caso de los dos primeros, afectando o dificultando, consecuentemente la comunicación, ese aspecto tan importante.

Evolución del entorno socio afectivo y de la sexualidad de la persona mayor.-
            La sexualidad engloba no sólo, aspectos físicos sino también sociales y mentales que constituyen una parte importante del auto concepto de la persona.
            No hay pruebas de que el envejecimiento por sí mismo produzca una disminución del interés sexual, lo que se produce es un cambio en la forma de experimentar y disfrutar del sexo.
            La sexualidad implica aspectos físicos y emocionales que pueden interferir para que el disfrute de las relaciones sexuales disminuya, sobre todo en el anciano.
            Atribuir cualquier problema que surja en las relaciones sexuales al hecho de “ser mayor” (causa interna, estable y global) favorece la percepción de falta de control y desemboca en que la persona no haga esfuerzos por buscar soluciones.
            En el caso de las mujeres en la etapa de la vejez, los cambios físicos debidos a la edad pueden hacerles sentir que son menos atractivas para el sexo opuesto, lo que les puede llevar a dudar antes de expresar su interés sexual, cuando las mujeres se preocupan por sus cambios de apariencia a medida que va envejeciendo puede pensar que resulta menos atractiva al sexo opuesto lo que le lleva a inhibirse a la hora de arreglarse, de emitir conductas de seducción, etc, este tipo de conductas favorece las expectativas de las mujeres en el tema del sexo, a través del mecanismo conocido como “profecía auto-cumplida”.
            En los hombres la excesiva preocupación por la posibilidad de volverse impotente, puede causarles un estrés suficiente que conlleve problemas de erección.
            No podemos olvidar la actitud negativa que presenta la sociedad frente a la actividad sexual en la vejez, lo que produce un grado alto de insatisfacción y frustración que les lleva a reprimir en numerosos casos sus impulsos sexuales.
            Por eso hay que entender la sexualidad en sentido amplio incluyendo en ella las relaciones socio afectivas, para afirmar que continua durante toda la vida aunque varíen la intensidad psicológica y la posibilidad de coito en la relación.

Necesidades especiales de atención y apoyo integral.-

            El anciano necesita una atención especial y un apoyo integral que podemos prestar utilizando las siguientes pautas:
            Favorecer la comunicación y el intercambio de opiniones sobre los temas que sean de su preocupación: tema de la sexualidad, entre otros,
            Favorecer información  sobre los cambios normales que ocurren durante el envejecimiento: cambios fisiológicos y psicológicos.
            Favorecer la creación de redes sociales adecuadas para ellos dentro de la institución que les permitan satisfacer sus necesidades de afecto, sobre todo en aquellos que dispongan de poco apoyo familiar o experimenten situaciones de soledad muy acuciantes.
            Facilitando que se reconcilien con los cambios físicos experimentados en sus cuerpos, cambio los estándares de belleza de la juventud por nuevos estándares más realistas, basados en la comunicación, afecto e intimidad.
            Promocionar la salud estableciendo hábitos de vida saludables que incluyan, ejercicio físico y buena alimentación para mantener un estado físico y mental lo mas óptimo posible.


Características y necesidades en enfermedad y convalecencia.-
            A diferencia de pacientes jóvenes en  el anciano confluyen factores bio -psico- sociales que alteran el proceso de reconocimiento de una enfermedad. Por lo que no hay que esperar a que el anciano consulte por síntomas típicos de una enfermedad para sospechar que existe.
            La dificultad para reconocer la presencia en el anciano de alguna enfermedad se debe a tres factores:
            a.- La aceptación de la enfermedad  como algo propio del envejecimiento.
            b.- La forma atípica en que se manifiestan las disfunciones.
            c.- La existencia de múltiples patologías concomitantes.
Al mismo tiempo, el anciano tiene sus reservas orgánicas disminuidas, por lo que su capacidad de adaptación y los mecanismos compensadores para los cambios que supone la enfermedad, están menoscabados. La incidencia de enfermedades en esta etapa de la vida es muy alta.
            En número más elevado que en los jóvenes, el paciente anciano padece una serie de complicaciones que a veces adquieren más importancia que la enfermedad desencadenante, desembocando en ocasiones en cronicidad, invalidez o muerte.
            Algunas de estas son: deshidratación que puede ocasionar isquemia cerebral, shock, insuficiencia renal, incontinencia fecal y/o urinaria, que genera escaras y sepsis. Inmovilidad, que puede producir rigidez articular, escaras por decúbito, trombosis venosa, neumonía, depresión. Dependencia física, deprime al anciano y produce trastornos en su entorno.
            La enfermedad somática, capacidad funcional, problemática social y mental serán tenidos en cuenta a la hora de implantar tratamiento para que este aumente las posibilidades de éxito.
            La evaluación del anciano debe ser dinámica y actualizarla periódicamente para adaptar la terapéutica a los cambios que se produzcan en la evolución de la enfermedad.
Discapacidades en las personas dependientes.-
            Concepto:
             Se considera discapacidad toda restricción o ausencia de la capacidad de realizar una actividad en la forma o dentro del margen que se considera normal para cualquier ser humano.
            Clasificación y etiologías frecuentes:
            Existen discapacidades en el anciano tanto a nivel físico como intelectual que no pueden catalogarse estrictamente como enfermedades en sentido estricto.
            Entre ellas se encuentran las siguientes:
-       Presbicia: hipermetropía adquirida por envejecimiento.
-       Presbiacusia: dureza de oído.
-       Hipoacusia: Déficit de audición.
-       Rigidez articular: falta de movimiento en las articulaciones.
-       Enlentecimiento psico-motor.
-       Olvidos benignos.
-       Disminución del rendimiento intelectual, etc.
            Los ancianos constituyen el grupo con mayor grado de discapacidad (OMS, 1997) aumentando ésta con la edad.
            La incapacidad del anciano tiene enormes influencias de los factores social y económico de que disponga.
            En cuanto a enfermedades, las más incapacitantes según una clasificación de Wonca son:
            1º) Aparato locomotor y tejido conectivo.
            2º) SNC y órganos de los sentidos.
            3º) Aparato cardio- circulatorio.
            4º) Aparato respiratorio.

            Existen índices para medir las discapacidades, entre ellos se encuentran:
a)    Índice de Deterioro Senil” (IDS) como indicador de la capacidad funcional, intelectual, física y social del anciano. En éste índice influye aparte de la edad cronológica, el deterioro progresivo asociado a la edad, el estado de salud general, el mantenimiento de la capacidad intelectual y de la estimulación ambiental.
b)    Índice de Barthel (IB) es una medida genérica que mide  el nivel de independencia del paciente en relación a actividades básicas de la vida diaria (AVD), mediante la cual se asignan diferentes puntuaciones según la capacidad del sujeto al que se examina para llevar a cabo dichas actividades.

Calidad de vida, apoyo y autodeterminación de las personas con discapacidad.-
            La calidad de vida se puede definir como una sucesión de hechos cuya consecuencia es un sentimiento de satisfacción o felicidad con la vida y consigo mismo.
            Algunos autores hablan de unas áreas fundamentales a la hora de analizar la calidad de vida entre ellas se encuentran: Salud subjetiva, autonomía, actividad, satisfacción social, apoyo social, etc.
            En los ancianos con discapacidad institucionalizados evaluar la calidad de vida requiere medir varios componentes: físico, psíquico, funcional, consumo de fármacos, soporte social, autovaloración, ausencia de dolor y situación financiera.
            Según estudios realizados lo que más les preocupa es el estado de salud, las situaciones de soledad y el aspecto económico.
            La calidad de vida aplicada al anciano, debe estudiar aspectos tales, como el estado de salud, el funcional, la incapacidad y los factores de riesgo que puedan existir, para que exista un envejecimiento exitoso o envejecimiento activo que es el “proceso de optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen” (OMS, 2002). El término “activo” se relaciona no sólo con la capacidad para la actividad física, sino también con la participación económica, cultural, espiritual y cívica.

martes, 19 de febrero de 2013

Innovaciones en Inteligencia Emocional

 INTELIGENCIA EMOCIONAL.-
En ocasiones los seres humanos nos preguntamos por qué hay personas que se adaptan mejor que otras a las diferentes situaciones o problemas que se presentan en la vida diaria, o por qué ante un mismo problema o situación personal unos tienen más facilidad para resolverlo que otros. Una manera de responder a estas dudas la podemos encontrar en lo que lo que se denomina Inteligencia Emocional (IE), que explica como las personas utilizamos distintas habilidades mentales para manejar nuestras emociones o las de los demás, con el objeto de adaptarnos de una manera más exitosa a las circunstancias que se nos presentan en el día a día, y que resultan en muchos casos problemáticas.
            El concepto de Inteligencia Emocional nace formalmente en el año 1990, pero es el año 1995 con la publicación por Daniel Goleman de su libro Inteligencia Emocional  cuando se desata un interés mediático desmesurado (en menor medida científico) por el tema de la IE.
 Responder a la pregunta: ¿Puede ser la inteligencia emocional un tipo de inteligencia? Nos lleva a tener que averiguar si la incluimos dentro de una perspectiva molecular que tiene únicamente como  objetivo responder a la cuestión de ¿qué es la inteligencia? y ¿cuál es su naturaleza?; o de una molar que además de responder a estas preguntas también lo hace a las siguientes ¿cómo, cuándo y para qué?.
            Haciendo un poco de historia de la inteligencia, tradicionalmente se ha estudiado esta desde un aspecto molecular, ejemplos de ello lo encontramos en autores como Galton para quien la inteligencia era un factor general único que proporcionaba las bases de las capacidades más concretas que todos tenemos. Según esta orientación, desarrollaremos buenas capacidades mecánicas, musicales, artísticas, etc si somos inteligentes en general. Para Thurstone por ejemplo, la inteligencia no consistía en un factor general único, sino que estaba compuesto por muchas capacidades concretas independientes.
            En el estudio de la inteligencia desde un aspecto molar encontramos autores como Gardner que también sostenía que existían muchos tipos de inteligencia independientes; conclusión a la que llegó después de estudiar a pacientes que habían sufrido lesiones cerebrales únicamente en algunas áreas de la corteza cerebral, observó que éstos perdían algunas capacidades intelectuales mientras otras quedaban intactas; lo que le llevó a pensar que las diferentes áreas del cerebro mediaban los diferentes tipos de inteligencia. Para este autor existían inicialmente siete tipos de inteligencia independientes: lingüística (verbal), lógica – matemática, musical, espacial, kinestésica (atlética), interpersonal e intrapersonal, que más adelante amplió a nueve al añadir la inteligencia  naturalística y la espiritual.  
            El tema de si existe una o más inteligencias está pendiente de solución en la actualidad. Probablemente exista un factor general en la base de la inteligencia, pero todos hemos comprobado que una persona puede ser hábil en matemáticas y débil en idiomas.
            Incluiremos la IE en la perspectiva molar, y contestaremos afirmativamente a la pregunta de si existe más de un tipo de inteligencia.
            Si decimos, por tanto, que la IE es un tipo de inteligencia, dentro de la perspectiva molar, nos plantearemos ahora si la inteligencia tiene o no valor adaptativo, analizado el tema por numerosos expertos se llegó a la conclusión de que la adaptación al medio es uno de los principales atributos que debe definir a la inteligencia. Para Sternberg la inteligencia es la capacidad para adaptarse a un ambiente, seleccionar ambientes compatibles entre sí y crear el ambiente en que uno está mejor consigo mismo. (Sternberg, 1996).
            Como antecedente de la IE citaremos en primer lugar  la Inteligencia Social definida por primera vez por Thorndike (1920) como “la habilidad para comprender y dirigir a los hombres y mujeres, muchachos y muchachas, y actuar sabiamente en las relaciones humanas”; también se considera antecedente de la IE una obra de Gardner “Frames of mind” donde cita por primera vez su teoría sobre la Inteligencias Múltiples (IM) que incluía dos tipos de inteligencia personal: la inteligencia interpersonal que hace referencia a la capacidad para entender a las otras personas, lo que les motiva, cómo trabajan, cómo trabajar con ellas de forma cooperativa; y la inteligencia intrapersonal se refiere a la capacidad de formarse “un modelo ajustado, verídico de uno mismo y de ser capaz de usar este modelo para desenvolverse eficazmente en la vida” (Gardner, 1993).
            Las diferencias entre IE e IS se desvanecen cuando se integran en diferentes categorías del conocimiento tácito: manejo de uno mismo, manejo de los otros y manejo de tareas:
-       El conocimiento tácito acerca del manejo de uno mismo  se refiere al conocimiento acerca de los aspectos de rendimiento en tareas cotidianas que tienen que ver con la capacidad para motivarse a uno mismo y auto-organizarse.
-       El conocimiento tácito acerca del manejo de los demás se refiere al conocimiento acerca de cómo manejar las relaciones interpersonales en todos los ámbitos, lo que puede incluir el saber cómo hay que llevar a cabo interacciones sociales efectivas y también comprender la información social de carácter verbal y no verbal. Suele implicar habilidades de tipo emocional (aliviar la ansiedad de otra persona) y social (saber exponer las opiniones propias para que surtan el efecto deseado).
-       El conocimiento tácito acerca del manejo de tarea viene referido al conocimiento sobre cómo ejecutar tareas específicas; por ejemplo en el ámbito laboral un directivo será conveniente que conozca qué estrategias comerciales pueden aumentar los beneficios de la compañía.
            El concepto de IE se puede definir recientemente  como la habilidad para percibir, valorar y expresar la emoción adecuadamente y adaptativamente; la habilidad para comprender la emoción y el conocimiento emocional; la habilidad para acceder y/o generar sentimientos que faciliten las actividades cognitivas y la acción adaptativa; y la habilidad para regular las emociones en uno mismo y en los otros. (Mayer y Salovey, 1997 y Mayer, Caruso y Salovey, 2000a y 2000b).
            Según Goleman la IE se refiere a la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás y la capacidad que poseemos para motivarnos y mantener adecuadas relaciones interpersonales. No es innata y podemos mejorarla a lo largo de nuestra vida, aprendiendo de nuestras experiencias personales y profesionales. Básicamente para él se trataría de dos tipos de competencia:
-       Las competencias personales que incluyen:
1.- El conocimiento de las propias emociones, es decir, de uno mismo, capacidad para reconocer en el mismo momento de su aparición, un sentimiento; esto constituiría lo básico de la IE.
2.- La capacidad para controlar las emociones: controlar nuestros sentimientos y adecuarlos al momento concreto es una habilidad básica que nos la permite nuestra conciencia.
3.- Capacidad de motivarse a sí mismo.
En resumen, son las referidas a la aptitud para identificar emociones y sentimientos propios, el autoconocimiento, la autoestima y la autoconfianza.
-       Las competencias sociales implican:
1.- El reconocimiento de las emociones ajenas: la empatía.
2.- El control de las relaciones: es una habilidad que nos permite relacionarnos adecuadamente con las emociones de los demás.


En cuanto a las competencias sociales, se refieren en resumen a: liderazgo, aptitud para establecer relaciones, capacidad para resolver conflictos y habilidades para el análisis social.

AUTOCONOCIMIENTO.-
           
            Lo definiremos como un proceso reflexivo por el cual la persona adquiere noción del yo y de sus propias cualidades y características. Es el conocimiento supone que supone conocer cualidades y defectos para mejorar los primeros e intentar reducir los segundos. Está basado en que las personas aprendan a conocerse y a  quererse  a sí mismas. Para conocerse mejor, las personas es conveniente que se observen y analicen por qué realizan acciones o por qué dejan de hacerlas, que observen el comportamiento que ante determinadas situaciones tienen otras personas, observando-me, preguntando-me, observando las imágenes de los “espejos” que me reflejan.

AUTOESTIMA.-

            Podemos definir la misma como la opinión que tiene una persona sobre su propia personalidad y su conducta. Normalmente lleva asociada un juicio de valor que puede ser positivo o negativo. Se forma a través de la interacción social, de la experiencia y mediante los contactos interpersonales. Se construye a partir de la observación de uno mismo y de la imagen que los demás tienen de uno.
            Como modos de mejorar la autoestima citaremos a modo de ejemplos:
-       Actuando del mismo modo que pensamos (teoría de la disonancia cognitiva).
-       Comprometiéndonos con la acción, para lo cual avanzaremos en nuestras acciones aplicando perseverancia y tenacidad.
-       Aprendiendo a aceptarnos.
-       Expresando coherencia en nuestras conductas y acciones.

AUTOCONFIANZA.-
            Una definición aproximada a la misma sería la de considerar la autoconfianza como el considerarnos eficaces, confiando en la capacidad que cada uno de nosotros posee para pensar, aprender, elegir alternativas, tomar decisiones con el fin de superar retos y producir cambios.
            La suma de autoconfianza y auto-respeto nos daría como resultado una autoestima adaptativa.


AUTOCONTROL.-
            Nos permite controlar nuestras emociones y nuestros impulsos, siendo capaces por tanto de elegir el momento y formas más adecuadas para expresar nuestros sentimientos. No se debe de confundir con la represión de nuestras emociones.
            En determinadas ocasiones es necesario que controlemos nuestras emociones, esto sucede por ejemplo cuando no es conveniente expresar nuestros sentimientos, cuando somos conscientes de que las emociones están interfiriendo en nuestros pensamientos y conductas, cuando nuestra actuación está guiada por las emociones y esto acarreará consecuencias negativas.

HABILIDADES QUE COMPONEN LA INTELIGENCIA EMOCIONAL.-
            Según Mayer y Salovey, (1997)
            1.- Percepción, evaluación y expresión de emociones: implica reconocer y recibir información del sistema emocional. La IE no puede existir sin esta capacidad. La percepción emocional implica atender, reconocer y descifrar los mensajes emocionales que van siendo emitidos mediante tonos de voz, expresiones faciales, entre otros símbolos culturales. Desde edades tempranas los niños aprenden a interpretar las expresiones faciales de los adultos y responden en consecuencia.
            2.- Asimilación en la vida mental de las experiencias emocionales básicas (facilitación emocional). Las emociones resultan de organizar diversos aspectos de la vida mental: psicofisiológicos, emocional-experiencial, cognitivos y conciencia. Las emociones influyen sobre las cogniciones alterándolas, convirtiéndose así en algo positivo o negattivo en función de la cualidad de la emoción. El sistema cognitivo se ve forzado por las emociones para ver las cosas desde distintas perspectivas, alternando por ejemplo entre ver las cosas de una manera optimista o pesimista.
            3.- Comprensión y razonamiento con la emoción: Cuando las emociones son reconocidas y etiquetadas, es cuando tiene lugar su comprensión. El individuo que posee esta capacidad tiene más facilidad para conocer y comprenderse a sí mismo y a los demás.
            4.- Manejo y regulación de la emoción en uno mismo y en los demás: se trata de la habilidad más compleja, de nivel superior, que es el resultado de la suma de las anteriores. Un buen manejo de las emociones supone seguir unas normas, pero hacerlo con suficiente flexibilidad, que es un requisito básico para poder hablar de comportamiento inteligente en el mundo real. El manejo de las emociones también implica comprender cómo progresan en el contexto de las relaciones con los demás.
LAS EMOCIONES POSITIVAS.-
            Mejoran nuestras relaciones humanas por los efectos sociales que poseen, influyen en nuestras relaciones interpersonales y en las expectativas que tenemos sobre ellas.
            Cuando el afecto positivo predomina las personas actuamos de manera más prosocial, expresamos un mayor agrado hacia los demás, aumenta nuestra generosidad tanto para nosotros mismos como para nuestros semejantes, somos más cooperativos y presentamos menos agresividad.
            Las emociones positivas también ejercen influencia sobre el rendimiento cognitivo, permitiéndonos actuar de forma más creativa, tomar decisiones más eficientes e incrementa nuestra motivación intrínseca. Nos hacemos más resistentes al estrés porque se ven los eventos traumáticos menos amenazadores.
            La psicología positiva fue desarrollada por Martin Seligman y tiene como objetivo, mejorar la calidad de vida al intentar prevenir que aparezcan trastornos mentales y psicopatológicos. Insiste en la construcción de competencias y en la prevención.
            ¿Tiene valor adaptativo las emociones positivas?
            Las emociones positivas solucionan problemas relativos al crecimiento personal y al desarrollo del mismo. El experimentar emociones positivas conduce a estados mentales y a modos de comportamiento que hacen que el individuo se sepa enfrentar con éxito a adversidades y dificultades venideras.            El OPTIMISMO es uno de los puntos que más interesa a la psicología positiva, ya que se relaciona con variables como, el logro, la salud física, la perseverancia y el bienestar.
            El HUMOR y su manifestación externa, la risa, son capaces de reducir el estrés y la ansiedad, mejora la calidad de vida y la salud física del individuo.
            La CREATIVIDAD es considerada un proceso importante en el desarrollo personal  y en el progreso social del sujeto. Se manifiesta mediante formas artísticas, literarias, científicas, etc. depende de una interacción entre habilidades cognitivas, conocimientos técnicos, recursos materiales, circunstancias culturales y sociales y una “pizca” de suerte.
            La creatividad es otro de los recursos de que se puede servir la persona para afrontar circunstancias adversas, se puede desarrollar y fomentar a lo largo de la vida.
            Seligman y Peterson, crearon un instrumento de medida, el Inventario de fortalezas (VIA), basado en la clasificación de los recursos positivos del individuo y formado por un cuestionario de 254 items, tipo Likert, con 5 posibles respuestas cada uno, que mide el grado en que cada individuo posee las 24 fortalezas y virtudes. Un estudio ha revelado que existen 5 cualidades de las 24 que se relacionan de forma consistente con la satisfacción con  la vida en alto grado: entusiasmo, optimismo, curiosidad y capacidad de amar y ser amado.
            EL SENTIDO DEL HUMOR EN LOS PROFESIONALES DE LA SALUD.-
            Es importante para la salud de los enfermos físicos y psíquicos, el humor positivo, también lo es para los profesionales de la salud. La profesión sanitaria resulta altamente estresante porque a los problemas que surgen en cualquier trabajo se suma las situaciones límite a la que están expuestos, responsabilidades extremas, escenas desagradables, etc. Requieren dosis de energía altas para diagnosticar, cuidar y tratar la salud de personas, máxime si tienen que ser modelo de optimismo y buen humor para los pacientes.
            El sentido del humor puede resultar muy beneficioso para las personas de su entorno, en la medida que infunde en estos profesionales energía psíquica, ayudándoles a  superar y controlar la impotencia en que se ven inmersos en determinadas situaciones. La relación existente entre los elementos estresantes del trabajador y las estrategias de adaptación por parte de los profesionales suponen un binomio de impacto alto al ahora de percibir e interpretar los problemas.
            Las personas más adaptadas interpretan que tienen menos problemas y de menor intensidad, lo que se traduce en niveles más bajos de estrés. Recientes investigaciones apuntan que una de las estrategias que mejor encamina a una buena adaptación es la utilización en el trabajo del sentido del humor.
            Los profesionales de la salud atienden a las necesidades de los pacientes y a sus propias demandas de cuidado. El ejercicio de la profesión enseña que hay que aprender a mantener un estado de ánimo saludable, optimista, a ser empáticos, coherentes, y que resulta más positivo para el ambiente del trabajo una buena relación con el equipo, minimizar los problemas, dedicar tiempo a divertirse y disfrutar de la vida, y que resulta poco saludable dejarse influenciar en demasía por los acontecimientos del día a día.
           
INTELIGENCIA SOCIAL.-
            Como se ha citado anteriormente, uno de los antecedentes de la Inteligencia Emocional fue la Inteligencia Social, el “nosotros”.
            Temas relacionados con la IS son:
EMPATIA: Entendida como la capacidad para comprender los sentimientos, razonamientos y motivaciones de los demás, la habilidad para comprender que los demás pueden tener puntos de vista diferentes al nuestro, capacidad para ponerse en el lugar del otro.  
            “Las tres cuartas partes de las miserias y malos entendidos en el mundo terminarían si las personas se pusieran en los zapatos de sus adversarios y entendieran su punto de vista” (Mahatma Ghandi).
-       ¿Cómo podemos desarrollar la empatía?
Manteniendo una actitud positiva hacia el cambio, con voluntad de mejorar las relaciones interpersonales, ejerciendo la capacidad de escucha activa, fomentando la confianza en los demás, expresando proximidad, respeto y consideración, evitando prejuicios y estereotipos, corrigiendo las conductas erróneas.

ASERTIVIDAD:
            “Cualquiera puede enfadarse, eso es algo sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo. (Aristóteles).
-       ¿Cómo  podemos desarrollar la asertividad?
Con una actitud positiva hacia el cambio, con voluntad de mejorar las relaciones interpersonales, fortaleciendo la capacidad de empatía y el equilibrio emocional, expresando proximidad, consideración y respeto, evitando los prejuicios y estereotipos, corrigiendo conductas erróneas.

EMOCIÓN EN LAS ORGANIZACIONES.-
            En la década de los 90 aumenta el interés por las emociones y estados emocionales en las organizaciones, pero es en la última década cuando aparecen dos líneas de investigación complementarias que explican cómo influyen los estados emocionales y las emociones discretas en el ámbito de la organización:
            Una primera línea de investigación con los trabajos de Isen y Forgas sobre la influencia directa de los estados emocionales positivos y negativos.
            Una segunda línea, dirigida por Weiss, sobre las emociones discretas y su efecto indirecto.
            En cuanto a la primera línea de investigación, esta ha demostrado que el efecto de las emociones y los estados de ánimo sobre la cognición y la conducta de las personas es amplio. Las personas evaluamos constantemente diferentes actividades y situaciones de manera positiva o negativa dependiendo de nuestro estado emocional actual. Si estamos en un estado de ánimo positivo tenderemos a evaluarlas en sentido positivo  y si estamos en un estado de ánimo negativo lo haremos en un sentido negativo. Se ha demostrado de forma consistente que el afecto positivo predice mayores niveles de creatividad, innovación y una mayor flexibilidad cognitiva.
            En el ámbito laboral los estados de ánimo positivos conllevan:
-       Más satisfacción con el trabajo.
-       Mayor rendimiento en las tareas.
-       Más conductas de ayuda con los otros miembros del grupo que facilita la cooperación.
-       Provoca mejores evaluaciones cuando somos sometidos a una entrevista, se valora nuestra ejecución  en una tarea concreta o somos partícipes en negociaciones.
Los estados de ánimo negativos producen efectos más ambiguos que los positivos ya que las personas que los presentan desean cambiarlos a positivos, comportándose de forma inconsciente con su estado emocional. Conllevan efectos perjudiciales en las organizaciones:
-       Menor satisfacción con el trabajo.
-       Más negativos en su evaluación con los demás: las personas aprecian peor el rendimiento de los subordinados y son más exigentes en las entrevistas.
Hay que resaltar, no obstante,  que los estados de ánimo negativos pueden llegar a producir un procesamiento de la información más sistemático, realista y profundo, mostrando de esta manera que las emociones positivas no se asocian siempre con una mejor ejecución. Las personas con un estado de ánimo negativo rechazan los estereotipos y es bastante difícil convencerlas con argumentos débiles o superficiales.
            En cuanto a la segunda línea de investigación, hemos comentado ciertos procesos cognitivos y conductas determinadas son las consecuencias naturales de ciertos estados afectivos, como ejemplo diremos que la creatividad aumenta y mejoran nuestras interacciones con los demás con los estados de ánimo positivos. Pero estos estados positivos también presentan una influencia indirecta y no tan específica.
            Las personas responden a los sucesos de su jornada laboral con reacciones emocionales diferentes con emociones discretas como el miedo, la ira, tristeza que no son intrínsecas a la persona (no son un rasgo de las personas, sino un producto de su interacción con los acontecimientos cotidianos).
            Se han explorado dos vías que conectan el afecto y la ejecución en el trabajo:  - los recursos cognitivos de la persona y
-       la capacidad de regulación emocional.
En cuanto a los recursos cognitivos (atencionales) de la persona son limitados, por ejemplo, si nos encontramos realizando una tarea que requiere un gran esfuerzo cognitivo y nos ocurre un acontecimiento emocional, aunque no tenga relación con la tarea, interferirá en nuestro trabajo, en cambio si la tarea que estamos realizando es simple interferirá limitadamente. El deterioro en el rendimiento laboral puede ocurrir  bien por un desvío directo de la atención, bien por posteriores pensamientos rumiativos que surgen generados por la situación emocional.
                        En cuanto a la capacidad para focalizar nuestra atención (capacidad de regulación emocional) en la tarea que debemos realizar se produce un esfuerzo de auto-regulación para buscar la motivación intrínseca y el interés en su realización y evitar distractores entre los que se encuentran los eventos emocionales que nos ocurren. La capacidad de regulación emocional también es limitada y su uso continuado hace que se agote.
                        Las emociones también juegan un papel importante en las actividades donde el trabajador debe cambiar sus sentimientos, modificarlos o suprimirlos para interactuar con el resto de compañeros y crear una impresión adecuada. Esta necesidad de cambiar o modificar y manejar las emociones como requisito del rol laboral es lo que recibe el nombre de esfuerzo emocional.
            El trabajador debe seguir unas reglas  y estándares de comportamiento ( varían dependiendo de las demandas del puesto) para manejar sus emociones que serán bien explícitos  (mediante cursos de entrenamiento previos a cargo de la empresa) o implícitos (aprendidas a través de la propia experiencia o de la observación de los compañeros).
            Como estrategias para la puesta en práctica del esfuerzo emocional se distinguen tres de ellas mediante las cuales los empleados intentan mostrar sus emociones de cara al público:
                        a) actuación superficial: se refiere a los intentos de los trabajadores de enmascarar los aspectos más visibles de sus estados emocionales que son los que pueden ser percibidos en la interacción con sus clientes/pacientes. Con esta actuación superficial se modifican se modifican aspectos verbales y no verbales, pero el sentimiento más profundo se mantiene intacto. Existe por tanto, una disonancia emocional durante la interacción entre la expresión emocional de cara al público y el sentimiento interno.
                        b)  actuación profunda: mediante esta actuación, el trabajador intenta influir en lo que está sintiendo para, experimentar verdaderamente las emociones que quiere exteriorizar. Aquí no sólo se modifica la conducta expresiva sino que también se regulan las emociones internas mediante pensamientos, imágenes o recuerdos que provoquen ciertos estados de ánimo.
                        c)    regulación de emociones automáticas. En ciertos casos la emoción necesaria surge de forma espontánea en el trabajador porque verdaderamente la siente en ese momento. Si la persona siente de verdad una emoción determinada en su entorno laboral, se produce de forma natural la expresión de esa emoción en interacción con los pacientes/clientes.
                        Ciertos autores definen como demandas básicas de esfuerzo emocional requeridas al trabajador y cuya presencia influirá en su nivel de burnout y de malestar, las siguientes:
            1.- Exteriorización de emociones positivas.
            2.- Exteriorizar y manejar emociones negativas: regularlas de forma adecuada para no exteriorizarlas al cliente/paciente.
3.- Sensibilidad y comprensión de las emociones de los clientes: necesidad empática.
4.- Nivel de control de la interacción con el cliente: se refiere a la posibilidad de que el trabajador controle las interacciones sociales con el cliente.
5.- Disonancia emocional entre la emoción sentida y la exteriorizada: conflicto de rol: la empresa demanda a los trabajadores que exprese emociones que realmente no siente en una situación particular.

            Consecuencias del esfuerzo emocional: el tener que fingir emociones no sentidas, supone primero un deterioro en la ejecución del empleado en su trabajo y de la calidad en sus servicios; si no se da salida a las emociones negativas se llega al agotamiento emocional. La inhibición y supresión de emociones también provoca efectos a nivel fisiológico, ya que se produce un debilitamiento del sistema inmune produciendo una mayor vulnerabilidad a enfermedades víricas, a la hipertensión y a síntomas somáticos (fatiga, insomnio, dolores de cabeza…); el que aparezcan estos síntomas dependerá de varios factores como el tipo de ocupación o variables personales que produzcan en el trabajador un mejor afrontamiento de las consecuencias negativas derivadas del esfuerzo emocional permanente.