Estamos convencidos de conocer una palabra a la perfección aunque de hecho no podemos recuperarla, es entonces, cuando estamos experimentando el desagradable fenómeno de "lo tengo en la punta de la lengua". Su incidencia se incrementa con la edad, y normalmente, se produce por un uso infrecuente de palabras, siendo más habitual en situaciones de estrés o agotamiento.
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