jueves, 11 de abril de 2013

Revisión sobre la profilaxis farmacológica en la pancreatitis aguda.


 

REVISIÓN SOBRE LA PROFILAXIS FARMACOLÓGICA EN LA PANCREATITIS AGUDA. (*).

 
OBJETIVO:

 

Revisar la literatura especializada y más reciente o novedosa sobre el tema, a fin de describir los últimos hallazgos en cuanto a profilaxis farmacológica de la pancreatitis se refiere, aportando datos rigurosos sobre los resultados de dos meta-análisis y de 5 ensayos clínicos randomizados.     




INTRODUCCIÓN:



            Con frecuencia, se prescriben antibióticos para prevenir la infección del tejido muerto (necrosis pancreática) en pancreatitis aguda, porque esta complicación presenta un alto riesgo de muerte. La pancreatitis aguda es una enfermedad potencialmente mortal frecuente que no cuenta con un tratamiento conocido. La inflamación grave se presenta en el páncreas, produciendo dolor abdominal y shock. En los casos de ataques graves, los pacientes pueden contraer necrosis pancreática (gangrena), que se puede infectar por gérmenes provenientes del intestino cercano. Esta afección suele requerir una intervención quirúrgica importante y aumenta el riesgo de muerte a más del 40%. Se puede identificar la necrosis pancreática por un examen de tomografía computarizada (TAC). Los estudios en animales de laboratorio indicaron que el tratamiento antibiótico durante varias semanas puede ayudar a prevenir la infección de la necrosis, y que podría reducir el riesgo de muerte. Dicho tratamiento preventivo se denomina profilaxis. Se realizaron ensayos controlados aleatorios (ECA) pero no son concluyentes.



MÉTODO SEGUIDO:

 

            Se extrajeron de la base de datos de revisiones sistemáticas de la Colaboración Cochrane (Biblioteca Cochrane Plus), dos meta-análisis referentes a la temática; asimismo de MEDLINE se obtuvieron 5 ensayos clínicos aleatorizados. Tanto en las revisiones, como en estos últimos (alguno de ellos multicéntrico), se hacía alusión a la utilización de distintos fármacos. Los N tanto en unos como en otros fueron significativamente amplios. En cuanto a los ensayos clínicos, se utilizó como requisito en la base de datos el que fueran con texto libre. Los demás límites fueron: sujetos humanos mayores de 19 años y que el estudio incluyese tipo de control (aleatorizado); la causa de la pancreatitis no fue relevante a estos efectos, ya que como decimos, estaba randomizada.    

 

 

RESUMEN DE LOS PRINCIPALES RESULTADOS DE REVISIÓN:

 

En unos estudios se demostró la utilidad o eficacia de los fármacos utilizados, (como en el caso del gabexato, la somatostatina, la terapia anti-fúngica y los betalactámicos), que redujeron el riesgo de pancreatitis post-CPRE[1] y el aumento de la amilasa u otras enzimas pancreáticas; mientras que en otros, no. Como ocurrió en el ensayo sobre la molécula extranjera lexipafant, en las quinolonas, los imidazoles y, el caso del meta-análisis sobre las hierbas medicinales chinas; en los que no se pudo hablar de eficacia demostrada, tanto en lo relativo a la infección/inflamación como en el control de la hiperamilasemia.    

Pasamos pues a mostrar la evidencia que nos sugirió los estudios reseñados.

 

 

META-ANÁLISIS SOBRE LAS HIERBAS MEDICINALES CHINAS:

 

            Determinadas hierbas chinas se han venido utilizando desde tiempos inmemoriables para tratar la pancreatitis aguda infecciosa; es por ello que para determinar la eficacia de estos principios activos contenidos en las plantas mencionadas se realizó una revisión sistemática compuesta por 11 ensayos clínicos y un total de 658 pacientes. Evaluando los ensayos como de escasa calidad metodológica.

 

Resultados principales

Las condiciones a comparar fueron: hierbas medicinales chinas, o hierbas medicinales chinas más un tratamiento sistemático, con un tratamiento sistemático. Todos los pacientes estaban hospitalizados. Ninguno de los artículos describe el método de asignación al azar. La gran heterogeneidad de la intervención impidió un análisis de subgrupos significativo. En China, aproximadamente sólo el 50% de los ensayos clínicos sobre hierbas medicinales informan los efectos adversos. Al parecer se obtuvieron beneficios de las hierbas medicinales chinas con respecto al control de las tasas de mortalidad, la duración de la estancia hospitalaria y la intervención quirúrgica pero los ensayos fueron de baja calidad. Por lo tanto, los beneficios no alcanzaron una significación estadística aceptable.

Conclusiones de los autores

 

Los autores concluyen con sus propias palabras lo siguiente en cuanto a esta revisión sistemática: “Algunas hierbas medicinales chinas pueden ser útiles en la pancreatitis aguda. Sin embargo, la evidencia es demasiado débil para recomendar cualquier hierba en particular. Se necesitan ensayos rigurosamente diseñados, con asignación al azar, a doble ciego, controlados con placebo”.  

Implicaciones para la práctica

 

En base a esta revisión sistemática, parecería que algunas hierbas medicinales chinas pueden tener efectos positivos sobre la mortalidad en la pancreatitis aguda. Sin embargo, debido a la baja calidad metodológica de los ECA y al riesgo de sesgo de publicación, no existen pruebas contundentes para el tratamiento de la pancreatitis aguda con hierbas medicinales chinas”.

 

Implicaciones para la investigación

 

Se debe mejorar la calidad metodológica de los ensayos clínicos del tratamiento con hierbas medicinales chinas para la pancreatitis aguda. Debe prestarse atención a los siguientes aspectos: (i) informe detallado de la generación de la secuencia de asignación y del ocultamiento de la asignación; (ii) la aplicación de cegamiento y de control con placebo; (iii) descripciones claras de retiros/abandonos durante el ensayo. Se necesitan ECA rigurosamente diseñados, multicéntricos, a gran escala para evaluar las hierbas medicinales chinas con el placebo, además de un mejor seguimiento de los pacientes y un aumento de los informes sobre los eventos adversos y la calidad de vida. Las hierbas se deben someter a prueba de la misma manera que cualquier otro fármaco”.

            En definitiva, al no tener evidencia acerca de la ceguedad, ausencia de información sobre como se generó la secuencia de asignación, no identificar ningún ensayo multi-céntrico, el hecho de no calcular el tamaño de la muestra y que sólo dos estudios de los 11, explicaran por ejemplo, los criterios de exclusión; hace bastante difícil el que se puedan extraer conclusiones sólidas sobre el uso terapéutico de estos productos chinos. Aunque ello no es óbice para que en determinadas épocas se vinieran utilizando de manera más o menos efectiva, bien por no existir o desconocer otras opciones o, por aceptar el mero hecho de la Medicina tradicional China.

 

META-ANÁLISIS SOBRE PROFILAXIS ANTIBIÓTICA:

 

Objetivos:

 

            Los objetivos de este meta-análisis consistieron en determinar la eficacia y la seguridad del tratamiento antibiótico profiláctico para la pancreatitis aguda complicada con necrosis pancreática. Se sugiere que este tratamiento puede prevenir la infección, pero podría promover la resistencia y la infección fúngica.

 

Criterios de selección y comparaciones:

 

            Se realizaron búsquedas de ensayos controlados aleatorios (ECA) que compararon antibióticos versus placebo en casos de pancreatitis aguda con necrosis comprobada por TAC mediante una estrategia de búsqueda detallada sin limitación lingüística. La búsqueda inicial se realizó en noviembre 2001. Última actualización: Diciembre 2005. Se compararon en cinco estudios evaluables con un N total de 294 pacientes, (no muy amplio) las condiciones de betalactámicos frente a placebo, o quinolonas más imidazol frente a placebo asimismo. Las variables de evaluación principales fueron: tasas de infección pancreática y mortalidad. Las variables secundarias incluyeron: tasas de cirugía y de infección no-pancreática, efectos adversos y análisis de subgrupos.   

 

Primeros resultados de los autores

Aparentemente, se asoció la profilaxis con una mortalidad significativamente reducida pero no con necrosis pancreática infectada. Los betalactámicos se asociaron con una reducción significativa de mortalidad y necrosis pancreática infectada, pero los tratamientos con quinolona más imidazol no presentaron esa relación. Hubo variaciones en la calidad metodológica, las pautas de tratamiento así como una falta de datos sobre los efectos adversos. Es necesario contar con más estudios mejor diseñados para apoyar la profilaxis antibiótica y, de comprobar que dichos tratamientos son beneficiosos, comparar los betalactámicos con las quinolonas directamente.

 Conclusiones en palabras de los autores.

 

Implicaciones para la práctica

Se puede interpretar que este meta-análisis aporta algunas pruebas a favor de la profilaxis antibacteriana en pacientes con necrosis pancreática comprobada por TAC. En realidad, la profilaxis antibiótica por vía intravenosa se asoció con una disminución significativa de la mortalidad en pacientes con necrosis pancreática, que sigue siendo el valor final de referencia (gold standard) para cualquier tratamiento de pancreatitis aguda. Sin embargo, no se observó una reducción significativa de las tasas de necrosis pancreática infectada y se evaluó una variedad confusa de agentes antibacterianos y de tratamientos. Además, a partir del nuevo sub-análisis en esta revisión actualizada parecería que existe una preferencia por los agentes beta-lactámicos por sobre la combinación de quinolona más imidazol. Sin embargo, actualmente los tamaños del subgrupo son probablemente demasiado pequeños para extraer conclusiones sólidas. Aparentemente, no hubo un riesgo significativo de efectos adversos asociado con la profilaxis antibiótica, aunque, excepto por uno de los estudios, en el resto no se dispone de datos sobre la resistencia a los agentes antibacterianos usualmente disponibles (Isenmann 2004)). La incidencia baja indicada de la infección micótica requiere investigación adicional. Además, se necesita mayor evaluación para determinar si la detección de la infección micótica representa un grave riesgo para los pacientes.

Si se inicia la profilaxis, los datos experimentales indican que se debe comenzar cuanto antes y continuar durante una a dos semanas. De todos modos, el análisis actual no ayuda a confirmar si existe un punto en el que es demasiado tarde o fútil comenzar, así como tampoco establece una duración adecuada del tratamiento. Las guías actuales en el Reino Unido (Johnson 2005) sugieren una duración de 7 a 14 días si se utilizan antibióticos profilácticos. Los costes locales de la prescripción también se deben considerar. Sin embargo, existen reservas en lo que se refiere a los tratamientos antibióticos evaluados, la ausencia de información con respecto a la combinación de casos y la premorbilidad, inquietudes sobre la calidad deficiente general y la ausencia de un diseño doble ciego controlado con placebo en todos los estudios, excepto en uno. Por lo tanto, sólo se puede realizar una recomendación sólida después de que se hayan completado más estudios mejor diseñados”.

Como consecuencia de los ensayos ya realizados, y por la necesidad de estratificar a los pacientes en los ensayos clínicos por motivos éticos y económicos, es probable que los ensayos adicionales se limiten a los pacientes con necrosis comprobada. Sin embargo, muchos hospitales en el mundo no tienen acceso a una TAC. Un grupo de alto riesgo de necrosis pancreática se puede predecir mediante los sistemas como el Ranson, Imrie (Glasgow) y los sistemas APACHE-II, según se describe en las actas de dos importantes simposios de expertos internacionales (Bradley 1993, Dervenis 1999)). Sin duda, el presente análisis no puede apoyar la profilaxis habitual de forma generalizada”.

Implicaciones para la investigación

Indudablemente, se requieren más ECA doble ciego para confirmar los beneficios de la profilaxis antibiótica, así como para proporcionar datos más adecuados sobre los efectos adversos como la inducción de las cepas resistentes y la sepsis micótica y sobre el efecto de diferentes regímenes antibacterianos. También existe la necesidad de tratar los efectos de una duración variada del tratamiento, la causa de los ataques y la separación más exacta de la necrosis pancreática infectada a partir de las colecciones líquidas peripancreáticas infectadas (Beger 1986, Fedorak 1992)). Se espera con gran interés contar con los resultados completos del estudio internacional de meropenem y se desencadenará una actualización adicional de esta revisión”.

 

ENSAYOS CLÍNICOS:

 

LEXIPAFANT:

 

            Se puso a prueba en este ensayo clínico realizado en el Reino Unido, la hipótesis de que el lexipafant (un potente antagonista del PAF), podría frenar presumiblemente el síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SIRS) y reducir así el fallo multiorgánico en la pancreatitis aguda severa.

Administrando dosis de 100 mg./24 horas intravenosas durante 7 días, frente a placebo, se pudo comprobar los resultados en 290 pacientes con una puntuación en la escala APACHE II superior a 6. En conjunto o globalmente, el 58% de los pacientes del grupo placebo y el 57% en el del fármaco desarrollaron fallo de uno o más órganos. Aunque la interpretación que hacen los autores, es que la alta incidencia de fallo orgánico dentro de las primeras 72 hs. del establecimiento de los síntomas socava la hipótesis primaria y los cálculos de potencia para futuros estudios deberían tenerlo en cuenta. No obstante, se concluye que no hay diferencias estadísticamente significativas entre el empleo del lexipafant y el no-tratamiento. Desconociéndose si esta ausencia se da por la condición anteriormente descrita.

 

SOMATOSTATINA:

 

            En este ensayo que se realizó en el Hospital Queen Mary de la Universidad de Hong Kong se limitaron los investigadores al estudio de pacientes sometidos a procedimientos terapéuticos como la CPRE, la mayoría de ellos para tratar enfermedades biliares e informan de que los resultados no pueden ser generalizados a otras situaciones que predispongan a pancreatitis post-CPRE.

49 pacientes fueron aleatorizados a control, (amoxicilina más clavulanato) o a  bolo de somatostatina post-colangiopancreatografía 21 y 28 respectivamente. Los procedimientos a los que se sometió a a los pacientes, fueron, esfinterectomía, colocación de stents[2], papilotomías, extracción de cálculos y dilatación del esfínter de oddi mediante balón. Los sujetos que no cumplieron estos requisitos fueron excluidos del ensayo. En conclusión, este estudio demuestra que una dosis única en bolo intravenoso de somatostatina inmediatamente después de la prueba diagnóstica, puede disminuir la incidencia de pancreatitis tras la esfinterectomía y otros procedimientos con CPRE. Haciéndose hincapié en que el uso de este fármaco, a pesar de sus beneficios no es económico. 

 

GABEXATO:

 

            Otro ensayo clínico que llamó nuestra atención es el realizado con la molécula gabexato, utilizó un N relativamente grande (193), y cuyo objetivo fue el de determinar la eficacia profiláctica de la misma, en la pancreatitis post-ERCP, así como del dolor abdominal y la hiperamilasemia. Tras la randomización, el grupo de gabexato recibió una infusión intravenosa  de 300 mg., en solución Ringer; comenzando 30 minutos antes de la maniobra endoscópica y continuando hasta 4 horas después. El grupo control recibió la solución Ringer sin principio activo alguno y en las mismas condiciones que el grupo experimental, (antes-después).

            Como resultados, se observó que la dosis relativamente baja a juicio de los autores de gabexato en una infusión de 4-5- horas reduce de manera significativa la incidencia de pancreatitis tras la ERCP. El dolor pancreático o abdominal también se vio reducido, pero no así los niveles de amilasa que no arrojaron diferencias estadísticamente significativas con el grupo control.

            En la discusión, los investigadores aparte de obviar los informes de pancreatitis post-PCRE, con esfinterotomía, por ejemplo, mencionan que se han hecho varios intentos para evitar complicaciones tales como: prevención farmacológica, colocación de stents, selección de pacientes (excluyendo los de alto riesgo), etc.

Concluyen diciendo que el agente profiláctico ideal debería poseer las siguientes características: a) ser eficaz en la mayoría de los pacientes; b) ser barato (ya que el precio es similar al de la somatostatina) y c) que se pueda administrar el día del procedimiento y, preferentemente, entre 30-60 minutos antes del mismo no requiriendo una administración prolongada tras el mismo y d) que no aumente la presión del esfínter de Oddi. 

 

TERAPIA  ANTIFÚNGICA:

 

            Este estudio se realizó tras la constatación de que al administrar antibióticos como profilaxis, la incidencia de nuevas infecciones, esta vez por hongos, aumentó considerablemente; concretamente, en la pancreatitis aguda severa (SAP, siglas en inglés), antes de la administración rutinaria de antibióticos, era de alrededor del 7%; después de esto ha aumentado en un rango que oscila desde el 12 al 41%, valores muy superiores como podemos observar. 

Después de randomizar a 70 pacientes con SAP a profilaxis con fluconazol, con garlicina, o a control, según fueron siendo asistidos desde enero de 1998 a diciembre de 2002; se comparó la incidencia de infección fúngica, el aclarado y la mortalidad tras el tratamiento.

            Los resultados de los investigadores (He et al., 2003), indicaron que los índices de este tipo de infección se vieron reducidos tanto en el grupo de garlicina como en el de fluconazol, en mayor medida que en el grupo control, concretamente, 16% vs. 30%, p< 0.05; y 9% frente 30% p< 0.01, respectivamente.

Como dato adicional en la discusión se sugiere que si la administración del fluconazol no fuese efectiva, se debería utilizar amfoterina B tan pronto como fuera posible.   

Las dosis de fluconazol fueron bajas: (100-150 mg/d.) y las de garlicina fueron de 1-2 mg/kg de peso, y también diarias. La variedad de hongo/levadura más común fue la candida albicans.

 

ESTUDIO PROPATRIA:

 

            Para finalizar con los ensayos clínicos controlados, el estudio PROPATRIA afirma que el crecimiento y proliferación de bacterias intestinales y su posterior paso al páncreas, suelen ser la mayoría de las responsables de este tipo de infecciones.

            El objetivo del ensayo fue determinar si la administración de 6 tipos diferentes de probióticos (4 lactobacilos y dos bifidobacterias)**, ya que en la mayoría de los estudios sólo se utilizaba el lactobacillus plantarum, influía en la disminución de las tasas de infección pancreática.

            Se decidió un máximo de 72 horas de sintomatología con dolor abdominal para el inicio del tratamiento con los productos; que fueron administrados previamente al establecimiento de la proliferación intra-luminal de bacterias, y de que éstas comiencen a emigrar a través de la mucosa.  

            Tras la interpretación de las tablas del artículo, los autores concluyen que el estudio PROPATRIA permitió mostrar una reducción en las complicaciones infecciosas por el uso enteral temprano (o profiláctico) de un preparado prebiótico multi-especies. En un tamaño muestral de N = 200, la proporción de pacientes que vio reducida la complicación infecciosa, osciló entre el 30%-50%; con una p<0.05.

 

DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES

 

            Por medio de la serie de ensayos clínicos y revisiones expuestas podemos tener indicios de que la profilaxis en la pancreatitis aguda mediante farmacoterapia es una buena estrategia de actuación que está evitando mortalidad con buena evidencia, pero que ésta es incipiente aún. Como lo muestran las revisiones sistemáticas, que hacen alusión a la escasa calidad metodológica de los ensayos que incluyen en sus meta-análisis, por ejemplo. En verdad parece un “handicap” importante el hecho de no poder incluir grupos control por cuestiones éticas en los estudios.

            El médico que trabaja en el hospital dispone ahora después de analizar estos (y varios estudios minuciosos más, pero que escapan a este lugar), de mucha más información sobre las moléculas que han evidenciado, no solamente más eficacia y efectividad; sino, asimismo eficiencia, en algunos casos.

Desarrollos posteriores nos dirán si las líneas de investigación han sido las adecuadas o deberemos conformarnos con las moléculas existentes que aún siendo eficaces, siguen siendo caras.







(*): Deseamos expresar nuestros agradecimientos a Alberto Palomo Arias por las correcciones efectuadas tras las distintas traducciones del inglés.

 

(**): Lactobacillus acidophilus, Lactobacillus casei, Lactobacillus salivarius, Lactococus lactis, y Bifidubacterium bifidum, Bifidubacterium lactis, respectivamente.







REFERENCIAS:

 

 


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Bradley, E.L. A clinically based classification system for acute pancreatitis: Summary of the International Symposium on Acute Pancreatitis, Atlanta, Ga, September 11 through 13, 1992. Archives on Surgery 1993, 128 (5): 586-90.

Dervenis, C.; Johnson, C.D.; Bassi, C.; Bradley, E.L.; Imrie, C.W.; McMahon, M.J. y Modlin, I. Diagnosis objetive assessment of severity and management of acute pancreatitis. Santorini Consensus Conference. International Journal of Pancreatology 1999; 25 (3): 195-210.

Fedorak I.J, Ko T.C, Djuricin B, McMahon M, Thompson K, Prinz R.A. Secondary pancreatic infections: are they distinct clinical entities?. Surgery 1992;(112): 824-31.

He, H.M.; Lu, X.S.; Liu, Z.S.; Qian, Q.; Sun, Q.; Chen, J.W. et al. Prevention and therapy of fungal infection in severe acute pancratitis: A prospective clinical study. World J Gastroenterol. 2003; 9(11): 2619-2621.

Isenmann, R.; Rünzi, Kron, M.; Kahl, Kraus, D.; Jung, N.; et al. Prophilactic antibiotic treatment in patients with predicted severe acute pancreatitis: a placebo-controlled, double blind, trial. Gastroenterology, 2004; 126: 997-1004. 

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Poon, R.T.; Yeung, C.; Liu, C.L.; Lam, C.M.; Yuen, W.K.; Lo, C.M.; Tang, A. y Fan, S.T. (2003). Intravenous bolus somatostatin after diagnostic cholangiopancreatography reduces the incidence of pancreatitis associated with therapeutic endoscopic retrograde cholangiopancreatography procedures: a randomised controlled trial. Gut,  52, 1768-1773.

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FRANCISCO JAVIER LÓPEZ GONZÁLEZ

Colegiado: CV-08702
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 


 

 

 

 

 

 

 



 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 





[1] Colangio-pancreatografía retrógada endoscópica.
[2] Especie de dispositivo similar a un muellecillo que dilata conductos biliares intra-hepáticos  o de otro tipo.

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