“Fármaco que eleva el tono del ánimo, se usa
para combatir la depresión”.
El
primer antidepresivo que se introdujo dentro del campo clínico de la
psiquiatría a partir de los años 50, fue la imipramina, en décadas posteriores
aparecieron los denominados tricíclicos (ADT) y también los inhibidores de la
monoaminooxidasa (IMAO), los cuales logran una mejoría o remisión de síntomas
en el 65% de los casos. Elevan el estado de ánimo en personas deprimidas, no en
sujetos normales. A mediados de los años 80 se introdujeron los primeros
inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), con menos
efectos secundarios que los anteriores y una pauta de administración más
simple. Pese a las ventajas respecto a los primeros, en cuanto a tasas de
recuperación, no han supuesto un incremento de las mismas. Como desventaja
encontramos sus mayores costes económicos en comparación con los clásicos. Se
ha observado por estudios que una combinación de farmacoterapia y tratamiento
psicológico de corte cognitivo conductual incrementa las tasas de remisiones.
Se ha ampliado el ámbito de uso de los antidepresivos al tratamiento de
patologías como el TOC, trastornos por angustia, fobias, trastorno por estrés
post-traumático, bulimia, trastorno de control de los impulsos, etc.
TIPOS DE ANTIDEPRESIVOS:
A)
Tricíclicos y tetraciclicos (ADT): con una
estructura química tridimensional que parece estar ligada a su actividad
terapéutica (Amitriptilina, imipramina, etc.).
B)
Inhibidores selectivos de la recaptación de
serotonina (ISRS). (Paroxetina, sertralina, escitalopram, fluoxetina).
C)
Inhibidores de la recaptación de serotonina
y noradrenalina (IRSN). (Venlafaxina)
D)
Inhibidores de la monoaminooxidasa
irreversibles (IMAO) y reversibles (RIMA). (Fenelzina, isoniazida,
tranicilpromina)
E)
Noradrenérgicos y selectivamente
serotoninérgicos (NaSSA) (Mirtazapina)
F)
Inhibidores selectivos de la recaptación de
noradrenalina (ISRN). (Trazodona, nefazodona)
G)
Inhibidores selectivos de la recaptación de
dopamina (ISRD). (Bupropion).
INDICACIONES.-
Alrededor de un 65% de
personas que presentan un episodio depresivo mayor mejoran con la toma de
antidepresivos, pero también un porcentaje alto de cuadros depresivos son
recurrentes. Presentan buena respuesta a este tipo de fármacos quienes poseen
antecedentes personales de buena respuesta en episodios previos y antecedentes
familiares de primer grado también son buenos respondedores, cuando existen
síntomas como el despertar precoz, pérdida notable de apetito y peso,
inhibición o agitación psicomotriz, anhedonia marcada y empeoramiento matutino.
En contraposición, presentan mala respuesta al tratamiento: las depresiones
atípicas, las distimias, y los trastornos de personalidad asociados. A nivel
psicosocial, existen factores que se asocian con altas tasas de cronicidad y de
recurrencia, como son: pocas o nulas relaciones sociales, baja autoestima y
poco soporte social.
Así, podemos citar como
indicaciones típicas de estos fármacos las siguientes:
-Trastornos afectivos: - episodios depresivos
- trastorno depresivo recurrente
- trastorno bipolar: en fase depresiva y en fase mixta.
- trastornos del humor persistentes:
ciclotimia y distimia.
-Otros trastornos
psicóticos: - trastorno esquizoafectivo
tipo depresivo o mixto.
- depresión post-esquizofrénica.
- trastornos del humor orgánicos debidos a
lesión o disfunción cerebral o a enfermedad somática.
- trastornos del humor debidos al consumo de
múltiples drogas o de otras sustancias psicótropas.
-Otros trastornos
afectivos: - demencia de Alzheimer con
depresión.
- demencia vascular con depresión.
- trastorno disfórico premenstrual.
- depresión post-parto.
-Otros trastornos
psiquiátricos: - trastorno de ansiedad fóbica.
- trastorno obsesivo compulsivo.
- Agorafobia y trastorno de pánico
- Estrés post-traumático
- trastornos de la conducta alimentaria.
- trastornos de la eliminación y del
control de los
impulsos.
- trastornos asociados al consumo de
cocaína.
-Otras enfermedades: - dolor crónico.
-
síndrome de colon irritable.
-
fibromialgia.
-
enuresis.
-Algunos trastornos
dermatológicos.
EFECTOS SECUNDARIOS.-
En general, y sin
distinguir entre los diferentes tipos de antidepresivos podemos citar: sequedad
de boca, estreñimiento, dificultades para la acomodación visual, dificultades
en la micción, confusión, agravamiento del glaucoma, somnolencia, disfunciones
sexuales, hipotensión, taquicardia, arritmias cardíacas, náuseas, flatulencia,
diarreas, insomnio, inquietud, irritabilidad, agitación, temblores, cefaleas,
edema en los tobillos, aumento de peso, convulsiones, etc.
CONTRAINDICACIONES.-
Hipertensión, glaucoma de
ángulo estrecho, prostatismo, epilepsia, enfermedad cardíaca, insuficiencia
hepática, enfermedad cerebrovascular, enfermedad cardiovascular,
agranulocitosis, (depresión de la médula ósea con decremento de linfocitos), epilepsia. (Disminuyen el umbral
anticonvulsivo).
INTERACCIONES CON OTROS
FÁRMACOS.-
Estos fármacos suelen
interaccionar con: alcohol, anticolinérgicos, litio, opioides, IMAO,
cimetidina, anticoagulantes orales, clozapina, teofilina, triptófano,
venlafaxina,etc.
(No usar un IMAO junto con
otros antidepresivos, hasta que no hayan pasado al menos 15 días desde la
cesación del mismo)
Es conveniente informar al
paciente que la respuesta terapéutica de estos fármacos oscila entre dos y
cuatro semanas, sin embargo, los efectos secundarios ocurren desde el inicio de
la ingesta, que los efectos se potencian con la ingesta de alcohol, y que se
debe tener precaución con embarazadas, niños y lactantes. Cuando se ha
conseguido el efecto terapéutico deseado es conveniente mantener el tratamiento
a la misma dosis, alrededor de unos dos meses más, para a continuación ir
reduciéndola de manera lenta y
progresiva hasta haber completado un periodo de unos seis meses. Si el
tratamiento se suprime de forma brusca puede aparecer el llamado síndrome de discontinuación que se
caracteriza por: vértigos, sensación de descargas eléctricas, náuseas, humor
bajo, cambios afectivos, parestesias, diarrea y espasmos abdominales, insomnio,
ansiedad y agitación.
En el caso de que se
combinen varios antidepresivos puede
aparecer el llamado “síndrome serotoninérgico” caracterizado por: fiebre,
inquietud, diaforesis, temblor, estremecimiento, mioclonías, confusión,
convulsiones, muerte.
Cuando al paciente se le
prescribe IMAO, es necesario advertirle que existen una serie de interacciones
con la comida y medicamentos, por lo que se deben evitar los alimentos ricos en
tiramina como son: bebidas alcohólicas como el vino especialmente, quesos
fermentados, escabeches, ahumados, higado, arenques, habas, etc. También es
conveniente evitar fármacos como antigripales, antipiréticos, descongestivos
nasales y anestésicos locales.
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