Ansiolítico:
“Dícese del fármaco que actúa sobre el SNC, reduciendo el nivel de
intranquilidad del paciente y también el grado de excitación propio de la
ansiedad”.
Hipnótico:
“Dícese del fármaco que induce al sueño”.
Los primeros fármacos
empelados con efecto hipnótico y ansiolítico dejaron de utilizarse por su gran
toxicidad. Alrededor de 1959, el descubrimiento de las benzodiazepinas supuso
un cambio positivo y fue en 1977 cuando
el avance fue significativo al identificar receptores específicos para las
benzodiazepinas en el organismo ligados al receptor GABA (neurotransmisor
inhibidor del SNC) y a los canales del cloro. Aunque sus efectos secundarios no
son muy peligrosos, si que producen dependencia al emplearlos durante periodos
largos de tiempo, por lo que se aconseja el uso restringido de los mismos y
durante periodos no demasiado largos. Aparte de los efectos ansiolíticos, las
BZD también poseen efectos hipnóticos, miorrelajantes y anticonvulsivantes. Son
un grupo de fármacos que producen enlentecimiento de las funciones nerviosas,
por lo que producen relajación o sensación de calma.
TIPOS.-
Actualmente se usan en el
tratamiento de la ansiedad y del insomnio los siguientes grupos:
a) BZD
que por su estructura química pertenecen a unos de los tres grupos que citamos:
las 1,4-BZD; las 1,5-BZD, y las BZD tricíclicas. Podemos diferenciar entre BZD
que son de acción corta (entre 2 y 10 horas) y de acción larga (más de 60
horas). Acción corta: alprazolam
(Trankimazín®), Midazolam (Dormicum®) Acción larga: clorazepato (Tranxilium®), lorazepam
(Orfidal®), Bromazepam (Lexatín®), etc…
b) Azapironas,
sustancias que no ejercen acción sobre los receptores benzodiazepínicos,, sus
efectos están más ligados a la serotonina. Como ejemplo, encontramos la buspirona, que se caracteriza porque su
efecto ansiolítico no es inmediato, se produce tras dos semanas de ingesta. No
ocasiona tolerancia ni dependencia por lo que es indicada para cuadros crónicos
de ansiedad. También en ansiolisis veterinaria (perros y gatos sobre todo)
c) Betabloqueantes:
su actuación se produce sobre los receptores beta-adrenérgicos, reduciendo los
síntomas somáticos de la ansiedad (temblor y palpitaciones). Ejemplo:
propanolol utilizado mayoritariamente para la ansiedad situacional o de
ejecución, (exámenes, hablar en público, etc).
d) Hipnóticos
no benzodiazepínicos. Ejemplo de ellos son las imidazopirinas (Zolpidem) y las
ciclopirrolonas (Zoplicona). No producen somnolencia durante el día, ni
ansiedad de rebote, sólo presentan síntomas de abstinencia durante tras su
retirada, de manera ocasional.
e) Hipnóticos
derivados de BZDs: lormetazepam (Loramet®), Flunitrazepam (Rohipnol®),
Triazolam (Halción®).
INDICACIONES.-
-Trastorno de ansiedad
generalizada.
-Trastorno de pánico.
-Reacciones a estrés grave
y trastornos de adaptación.
-Trastornos no orgánicos
del sueño.
-Síndrome de abstinencia
alcohólica.
-Trastornos de ansiedad
fóbica.
Trastornos disociativos (de
conversión).
-Trastornos psicóticos, con
componente de ansiedad.
- Espasticidad muscular.
- Somatizaciones diversas
EFECTOS SECUNDARIOS.-
Son pocos y suelen
desaparecer al ajustar las dosis. Uno de los efectos más importante es la tolerancia y la dependencia. Esta última
surge cuando se tiene un consumo continuado de unos cuatro meses. Se produce un
aumento de la tolerancia, un deseo o
necesidad de ingerir el fármaco y la aparición de síntomas de abstinencia si su
reducción es brusca. Tiene más riesgo de padecer dependencia las personas que
poseen antecedentes de dependencia a otras sustancias.
Entre los efectos
secundarios más comunes se encuentran: somnolencia, fatiga, debilidad,
confusión, dolor de cabeza, mareo, disartria, amnesia anterograda , reducción
de la capacidad intelectual y de la concentración, confusión y desorientación,
efectos anticolinérgicos como sequedad de boca y visión borrosa, disfunciones
sexuales, nerviosismo, sensación de cansancio, etc. La intoxicación por
sobredosis en grado máximo, puede ser el coma y la depresión respiratoria. Para
tratarla se administra un antagonista del receptor benzodiazepínico, flumacenil
(Anexate®).
CONTRAINDICACIONES.-
-Apnea del sueño.
-Glaucoma de ángulo
estrecho.
-Trastornos hepáticos.
-Antecedentes de
dependencia alcohólica.
-Trastornos respiratorios.
-Diabetes
insulino-dependiente.
-Insuficiencia cardíaca
congestiva.
-Hipotiroidismo.
INTERACCIONES CON OTROS
FÁRMACOS.-
-Alcohol.
-Opiáceos
-Antihistamínicos.
-Anticonceptivos orales.
-Anticonvulsivantes.
-Antidepresivos.
-Antiácidos.
-IMAO.
-Haloperidol.
-Fluoxetina.
-Teofilina.
-Antiepilépticos.
Al paciente hay que
recomendarle que el uso de ansiolíticos debe ser restringido, con dosis mínimas
y por periodos cortos de tiempo, y que su retirada, para evitar síndromes de
abstinencia (ansiedad, irritabilidad, fatiga, insomnio, espasmos o dolores
musculares, sudoración, etc) debe hacerse de manera gradual, durando esta
varias semanas. También es conveniente advertirle que durante el tiempo que dure
el tratamiento intente evitar tareas que exijan coordinación motora y
concentración, no ingerir alcohol ya que potenciará los efectos del fármaco,
pudiendo llegar a producir depresión respiratoria.
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